La corteza terrestres está fragmentada en placas tectónicas que flotan sobre el manto de la Tierra moviéndose y desplazándose desde hace 225 millones de años. Al principio, todas las tierras emergidas estaban unidas formando un supercontinente llamado Pangea, rodeado por un gran océano llamado Pantalasa. Con el paso del tiempo se fueron separando hasta situarse en el lugar que ocupan en la actualidad.
El deriva de los continentes se produce por el movimiento de las placas tectónicas. Estos movimientos tienen su origen en el cambio de temperatura que experimenta el magma: cuando se calienta asciende y cuando se enfría, se solidifica y desciende, formando un movimiento circular.
El choque de las placas tectónicas puede provocar terremotos, la erupción de volcanes y la formación de montañas. Pero, ¿cómo podemos saber que las placas se mueven? Principalmente por estas razones.- Podemos observar como algunos continentes encajan entre sí.
- Se han encontrado fósiles de los mismo organismos en continentes tan alejados hoy día como África, Australia o la Antártida.
- Los geólogos han detectado que los lugares donde se sitúan los volcanes son las líneas de separación de estas plataformas.
Estas razones anteriores llevaron a los científicos a plantear y desarrollar la teoría de la deriva de los continentes, propuesta por primera vez por Alfred Wegener en 1912. Este científico alemán proponía que los continentes se desplazaban sobre el manto de la Tierra. Idea corregida posteriormente, cuando a partir de 1950 la teoría de la deriva de los continentes fue aceptada por la comunidad científica.
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